Me estoy acordando de que hace mucho tiempo, yo tenía un blog. De hecho, tuve hasta 3 blogs al mismo tiempo pero después fui perdiendo el interés.
También tiene que ver con que me sumergí en mi noviazgo y me volví medio simbiótico con Juani, así que hace mucho que no paso por este estado mental de estar solo y querer escribir.
Hace meses que mi psicóloga me quiere convencer de que escriba algo. Dice que le gusta la forma en que cuento historias. Y yo estoy dando vueltas y nunca empiezo. Me metí en un taller literario que fue un poco un chasco, para ver si me inspiraba pero no salió. ¿Y ahora? ¿Para qué volver al blog?
No sé, a lo mejor a mi también me gusta contar mis historias, aunque ya no sean tan interesantes como cuando trataba de hacer algo nuevo todos los días. Pero por ahí son más interesantes desde otro punto de vista, a lo mejor son más maduras.
En estos meses dejé de fumar tan seguido y de salir tanto con amigos. Paso más tiempo en casa, viendo tele con mi novia o haciendo salidas armadas en torno a ella: con tantos cumpleaños, casamientos y juntadas de sus amigas a veces me siento un remisero.
Pero bueno, a lo mejor esto es el comienzo de una nueva tanda de posteos más o menos regulares, a medida que se me ocurran cosas de las que quiero escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario